Anda, María,
abre la puerta que no te va a pasar nada malo. Sólo vamos a gozar mucho. - No, siñor, tesequieto!.- Mira, María, si abres te aumento el sueldo... - ¿Y, luego quí lidicimos a la patrona? - Pues nada, ella no tiene porque enterarse de nada. - Ta bueno, patrón, peropase por dibajo di la puerta su cirtificado de que
no tiene SIDA. Don Luis recuerda el chequeo médico que se acaba de practicar y le pasa hasta su acta de nacimiento, ante lo cual la sirvienta por fin cede y Don Luis se da el gustazo. Al rato ya calmado y
disfrutando de un buen tabaco, le dice Don Luis asirvienta: -¡Caramba, María, no sabes leer ni
escribir, pero, que bien estas enterada de lascuestiones de salud! - Si, patroncito, yo seré
disnorante, muy disnorante, rete disnorante, peroesto del Sida no me lo pegan dos veces

